Past Exhibition

Donna Huanca: OBSIDIAN LADDER

June 28, 2019 – November 4, 2019

Installation view of Donna Huanca: OBSIDIAN LADDER.
All images courtesy the artist, Marciano Art Foundation, Los Angeles and Peres Projects, Berlin. Photos by Joshua White/JWPictures.com.

Donna Huanca’s OBSIDIAN LADDER triggers the senses through painting, sculpture, sound, scent, and performance. This new topography, which is strikingly different from the rest of the building, transports visitors to another world—a femme realm of reconciliation, creation and trust. This gesture fractures the museum’s site as a former Scottish Rite Masonic Temple that was built by and for men.

Every Saturday, painted femme models inhabit Huanca’s environment. Their movements through the space are self-determined, not bound to any direction from Huanca. She says,“These individuals are essential to the empowering process of reclaiming this space. My work has always been a poetic gesture commenting on societal imbalances and injustices. As I have had more opportunities to exhibit publicly, in different contexts globally, my work has evolved to directly confront patriarchal realities, power dynamics, and hierarchies of contemporary life.”

Huanca’s use of natural materials, such as raw pigments, oils, turmeric, sand, and clay, is essential to her developing an other-worldly environment. In her skin paintings—a term that refers to both the painted live models and the hanging canvases—she layers these materials with fragments of paint, latex, and other skin-like substances. This material link between the works, including the painted humans that navigate her sculptural landscapes, creates a tactile ecosystem.

In its willingness to engage femininity intuitively, the work stands as a challenge to the exhibitionism and objectification that pervade contemporary American life. OBSIDIAN LADDER invites us to connect to a powerful feminine essence that is inherent to nature and creation.

OBSIDIAN LADDER de Donna Huanca activa los sentidos a través de la pintura, la escultura, el sonido, el aroma y el performance. Esta nueva topografía, la cual es notablemente diferente del resto del edificio, transporta a los visitantes a otro mundo: un reino femmede reconciliación, creación y confianza. Este gesto fractura el museo como un antiguo Templo Masónico de Rito Escocés— un sitio que fue construido por y para hombres.Todos los sábados, modelos femmepintadas habitan el entorno creado por Huanca. Sus movimientos en el espacio son autodeterminados, no están sujetos a dirección alguna por parte de la artista. Ella comenta: “Estas personas son esenciales para el proceso de reivindicar este espacio. Mi trabajo siempre ha sido un gesto poético que comenta los desequilibrios e injusticias sociales. Conforme he ido teniendo más oportunidades de exponer públicamente en diferentes contextos a nivel mundial, mi trabajo ha evolucionado para enfrentar directamente las realidades patriarcales, las dinámicas de poder y las jerarquías de la vida contemporánea”.

El proceso de la artista de creación de marcas femme está enraizado en fenómenos científicos y naturales, así como en prácticas meditativas. Huanca se identifica con el movimiento de futurismo andino, que tiene como objetivo recuperar y celebrar la identidad indígena mediante el uso de las mitologías, los trajes y las reliquias de la cultura andina para crear una visión futurista que no se base en la cultura colonial impuesta. Usando la piel como lienzo y como herramienta performativa, Huanca deconstruye las políticas dominantes de género y cuerpo, introduciendo una mirada que no se enfoca en objetivar y que está centrada en la memoria, la biología y el tiempo.

Huanca utiliza materiales naturales como pigmentos crudos, aceites, cúrcuma, arena y arcilla, lo cual es esencial para la creación de un entorno sobrenatural. En sus pinturas de piel—un término que se refiere tanto a las modelos vivas pintadas como a los lienzos colgantes—ella cubre estos materiales con fragmentos de pintura, látex y otras sustancias similares a la piel. Este vínculo material entre las obras, incluidas las humanas pintadas que navegan a través de sus paisajes escultóricos, crea un ecosistema táctil.

En su disposición a comprometerse con la feminidad de manera intuitiva, el trabajo se presenta como un desafío al exhibicionismo y la objetivación que impregnan la vida estadounidense contemporánea. OBSIDIAN LADDER nos invita a conectarnos con una poderosa esencia femenina que es inherente a la naturaleza y la creación.

Now On View

Inside the Masonic Temple.